Rodrigo Alarcón

Tenemos Explosivos nació en 2009, a partir del encuentro entre músicos que tenían historia en Asamblea Internacional del Fuego, Inhala, Güesosanto, Criacuervos y Johnson Overdrive. Intervención enérgica en los asuntos de la nación, su primer registro, fue publicado a mediados de 2010 y de inmediato entregó las claves que el grupo desarrolló en años posteriores: voces desgarradas, un entramado de guitarras tocadas por los hermanos René y Juan José Sánchez y una música que transitaba entre la electricidad y algunos pasajes más contemplativos, además de letras plagadas de reflexiones y citas.

“Tenemos Explosivos es una banda que habla de la memoria colectiva y los crímenes de la historia, utilizando como telón de fondo la literatura contemporánea y la tragedia griega”, es la definición que el propio vocalista Eduardo Pavez acuñó más tarde. Entre sus letras se pueden encontrar referencias que van desde el teatro clásico, la filosofía y los sucesos de la Guerra Civil Española, a la Nueva Canción Chilena, los crímenes de la dictadura o el caso del trabajador Eduardo Miño (que también tributaron Los Bunkers).

Locales como El Sindicato, el Bar 1 y el club Rock y Guitarras fueron algunos de sus primeros escenarios y ya en abril de 2012 presentaron su primer álbum, Derrumbe y celebración, con un concierto en la Sala SCD de Bellavista. Fue una temporada intensa, con actuaciones en vivo y la entrada del baterista Matías Acuña (Contra Todos mis Miedos, Chances) en lugar de Christian Rodríguez, pero el año siguiente sería todavía más definitorio.

Mientras componían su siguiente disco, Eduardo Pavez decidió establecerse en Alemania para desarrollar una labor creativa que en años siguientes lo llevó a Inglaterra y Estados Unidos, repartido entre el teatro, la literatura, la fotografía y la realización audiovisual. Un concierto en La Batuta, en septiembre de 2013, sería su última actuación junto al grupo, que intentó entonces encontrar un nuevo vocalista. Sin embargo, la búsqueda no fructificó y Tenemos Explosivos decidió seguir con el mismo cantante, pero a distancia.

Más de un año pasó desde aquella última actuación para que el grupo volviera a pisar un escenario. En noviembre de 2014 tocaron en Santiago, Valparaíso, Talca, Chillán y Concepción y en abril de 2015 estrenaron La virgen de los mataderos, un disco que terminaron grabando con un océano de por medio. Mientras los cuatro instrumentistas trabajaron en Santiago, el vocalista lo hizo en Berlín, junto al productor Mowat.

Así fue desde entonces la existencia de Tenemos Explosivos. Cuatro de sus miembros se mantuvieron ensayando en Chile y los viajes ocasionales de Eduardo Pavez sirvieron para series intensivas de presentaciones. Durante 2015, por ejemplo, tocaron en ciudades como Santiago, Valdivia y Valparaíso e incluso cruzaron la cordillera para llegar a Mendoza y Buenos Aires. En septiembre y octubre de ese año también sumaron fechas en casi diez ciudades de México, invitados por los locales Joliette.

En el verano de 2017 repitieron el ejercicio: el grupo se presentó en ciudades como Santiago, Coquimbo, Valparaíso, Talca y Puerto Montt. También aprovecharon de registrar Victoria, su tercer disco, que contaba con colaboraciones del baterista Rodrigo Recabarren, la cantante Vicky Cordero (Círculo Polar, La Reina Morsa) y Marcelo Nilo (Schwenke & Nilo), en una canción conmovida titulada “Desoquedad”. Nuevamente, el grupo salió a tocar por Chile y esta vez añadió fechas en cuatro ciudades de Colombia: Bogotá, Pereira, Cali y Medellín. Tal como había ocurrido con su disco anterior, Victoria les valió una nominación como Mejor Artista Rock en los Premios Pulsar de 2018.